En un partido bravo, y más luchado que jugado, el Canalla se puso en ventaja con un golazo del Bicho Campaz y a puro corazón aguantó el resultado frente al complicado Huracán. Así, estira el invicto en el Gigante.

Este viernes, por la 8° fecha de la Copa de la Liga, Central aprovechó el gran envión anímico que significó ganarle el clásico a Newell’s y superó a Huracán ante su público, que le dio un recibimiento verdaderamente espectacular en el Gigante.
Ante el Globo, Central fue de menor a mayor, y logró abrir el partido gracias a una pared preciosa entre el colombiano y el pibe Tomás O’Connor. Una genialidad de Jaminton Campaz fue suficiente para que el Canalla se quede con los tres puntos en Arroyito, donde estiró a 25 partidos su invicto.
El Canalla venía de varias producciones muy flojas fuera de casa y necesitaba un buen resultado para seguir creyendo en el objetivo de meterse entre los cuatro mejores de la zona y, de yapa, abrochar la clasificación a una copa internacional.
Hasta el gol de Campaz a los 42 minutos, en el Gigante el público armó una verdadera fiesta, que no se relacionaba con lo que ocurría en trámite, hasta explotar en el minuto 17, la cifra que le sacó al eterno rival tras la victoria del sábado pasado.
Así y todo, el Canalla tuvo que sufrir, porque no pudo (o supo) liquidar un partido en el que no merecía terminar con los dientes tan apretados y jugado por jugado, la visita lo fue arrinconando. Ahí, el uruguayo Mallo, Quintana, el ingresado Komar y Broun se encargaron de “blindar” al arco canalla.
Fue un triunfazo de Central, al que otra vez no le sobró nada pero a fuerza de lucha y corazón, festejó nuevamente junto a su gente, como ante Newell’s la fecha pasada.